INCUDI

Instituto de Custodia y Adaptación para Disminuidos Psicofísicos.

Recetas Especiales.

Durante el periodo de aislamiento se enviaron diversas propuestas para trabajar con los integrantes y la ayuda de las familias. Siempre se mencionó que no solo se buscaba cumplir con determinados objetivos con las actividades, sino sobre todo aprender en esta etapa que nos tocó atravesar, a valorar: la vida, la familia, la salud, la generosidad, el compañerismo, la responsabilidad y la entrega.

Dentro de las propuestas que se observó mayor disfrute y participación familiar fue en el “TALLER DE COCINA”. Y es que justamente…la cocina es uno de los espacios de nuestros hogares que más compartimos con nuestros seres queridos. Cocinar es una actividad de la vida diaria, cada persona necesita desarrollarla con el fin tan básico como es la alimentación y tiene una vertiente más lúdica y creativa: la persona cocina por el placer de cocinar. El equipo de orientadoras ha mostrado y explicado los productos de apoyo que se pueden utilizar desde casa. También han hablado de alimentación saludable y de los correctos hábitos higiénicos para la manipulación de alimentos.

El taller de cocina en la presencialidad es una actividad eminentemente práctica, en la que se realiza, tanto de forma individual como de forma grupal, diferentes recetas secuenciadas en orden de dificultad. Debemos de tener en cuenta que los beneficios del trabajo grupal en el taller de cocina resultan motivantes, ya que es una actividad socialmente aceptada, cotidiana, donde todos en mayor o menor medida han tenido la oportunidad de participar. Es una actividad que permite no solo satisfacer una necesidad básica, sino que invita a compartir y crear un rol dentro de un grupo.

La mayor parte del tiempo se emplea en la elaboración de recetas, para las que son necesarios procesos básicos de cocina como, por ejemplo, pelar y picar frutas y verduras, batir huevos, montar claras, amasar, estirar, cortar, enharinar, manejar el horno y el microondas, batidora, recoger, fregar o limpiar. Se busca cumplir objetivos como; conseguir autonomía en la cocina, con hábitos saludables, fomentar el disfrute de la cocina como actividad lúdica, adquirir conocimientos y hábitos de higiene básicos para la manipulación de alimentos, adquirir destreza en la realización de procesos básicos de cocina: cortar, picar, pelar, batir, mezclar, amasar…, elaborar recetas sencillas, elaborar un recetario personal, o grupal etc.

Con lo expuesto, podemos afirmar que el “taller de cocina”, es una herramienta terapéutica que aporta a nivel funcional, diferentes estrategias y a su vez sin dejar de ser menos importante, el favorecer un entorno lúdico donde la interacción social y el entretenimiento jueguen un papel importante en nuestro taller de cocina.

“TODOS PODEMOS SER COCINEROS. Hace más quien quiere que quien puede“.